Llevas ya un rato trabajando en este nuevo caso que te han asignado en plena madrugada. Cuando te informan de los primeros datos del caso, te sorprenden tanto el nombre de la víctima, como los detalles que parecen envolver su muerte. Tu compañero se iba a retrasar un poco, así que decides, tras leer la ficha del caso, investigar a fondo las pertenencias extraídas de la ropa de la víctima. No parece que haya nada fuera de lugar, pero prefieres echar una mirada más detallada.
Un poco más tarde entra tu nuevo compañero, el detective Ness, y te pregunta cómo llevas el caso. Sin duda, es bastante inusual que os hayan llamado a ambos. Los dos mejores detectives de la zona trabajando juntos… Debe significar que hay algo oculto detrás de todo esto. Miras hacia el salón y le comentas a Ness.
—Se trata de un caso bastante atípico. El cuerpo se encontró sin vida en el salón, aunque ya lo han retirado. No había marcas de forcejeo. Habrá que esperar a la autopsia, —indicas—, ponte a investigar a fondo el salón, no sé si estamos pasando algo por alto…
Cuando terminas de hablar con el detective Ness, recibes una llamada y sales al jardín para poder hablar más tranquilamente. Se trata del pesado de tu vecino, que ya se está volviendo a quejar de que tus llamadas de trabajo nocturnas le han vuelto a despertar. Mientras escuchas su larga charla, te percatas, mirando por la ventana que da al salón, de que hay varias notas escondidas. Silencias el micrófono de tu teléfono móvil, mientras el vecino sigue con su extenso monólogo, y empiezas a darle indicaciones a tu compañero sobre dónde encontrar dichas notas.